En la tercera semana de Dancing With The Stars (ABC), William Levy dejó claro que está en la competencia para ganar. El actor cubano dejó su sangre latina en la pista al interpretar la salsa “La vida es un carnaval” popularizada por la también cubana Celia Cruz.
“William, has conquistado la salsa”, exclamó el juez Len Goodman a minutos de su presentación.
Los competidores de la tercera semana tuvieron el desafío de reflejar el momento más significativo de sus vidas en la pista. Para Levy fue el año 1995, en el cual llegó con su familia hasta Estados Unidos para comenzar otra vida.
“Crecimos muy pobres; éramos ocho en la misma casa”, recordó en un vídeo que precedía su número de baile.
Al momento de Levy y Cheryl Burke tomar la pista, el coqueto cubano tocaba congas del lado del escenario. Luego se unieron en el centro para comenzar su rutina. La coreografía fue compleja y llena de vueltas y manejo de piernas que asombró a los jueces. La cosa se puso color de hormiga cuando Levy se abrió su camisa blanca de un tirón arrancando alaridos de la audiencia y por fin complaciendo al juez Bruno Tonioli quien había pedido que el cubano mostrara más piel. Burke se mostró igualmente sensual con un vestido de dos piezas con destellos de azul y amarillo que mostraban parte de su esbelto cuerpo.
Al culminar, la pareja no pudo controlar algunos de sus complicadas vueltas, pero no fue suficiente para distraer a los jueces quienes en total le otorgaron 28 puntos en total, recibiendo uno de los pocos 10 de la noche, y quedando en segundo lugar después de Mark Ballas y Katherine Jenkins, quienes lograron 29 puntos.
“Te odio”, dijo el juez Tonioli en tono de broma. “Eso fue increíble”. La jueza Carrie Ann Inaba añadió, “Me quiero mudar a Cuba”.
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