Esta es una historia desgarradora donde el poder, la envidia, el egoísmo y el deseo de posesión marcan de manera trágica el amor profundo entre Paulina (Camila Sodi) y Adrián (Osvaldo Benavides) , quienes a pesar de ello, logran perpetuar su amor a través de su hija Valentina y de su adorado Mauricio (Horacio Pancheri).
Este melodrama está dividido en dos etapas, en cada una de ellas se cuentan los obstáculos para que el amor, primero de Paulina y Adrián y más tarde de Valentina y Mauricio, triunfe.
La historia inicia con Paulina y Adrián declarándose su amor y dispuestos a ir en contra de sus familias con tal de ser felices. Paulina es hija de Gonzalo Murat (Arturo Peniche), un rico empresario hotelero que no acepta su noviazgo por considerar que Adrián no está a la altura social que ellos tienen. No obstante, Paulina está realmente enamorada y esto no le importa.
Por otro lado, Julieta (Alejandra Barros) la hermana de Adrián, está obsesionada con él y bajo su punto de vista ninguna mujer es suficiente, pero sobre todo, siente un odio especial hacia Paulina. En el momento en que Adrián está pidiendo de manera sorpresiva la mano de su amada, Julieta lo interrumpe para decir que jamás permitirá que se case con la hija del asesino de su padre. En ese momento todos tachan de loca a Julieta, ya que el padre de Adrián murió de un infarto, pero ella asegura que éste fue producto de la presión que sintió su padre cuando Gonzalo le hizo perder toda su fortuna.
Este hecho provoca que la relación entre Paulina y Adrián se vea en peligro así como su futura boda. Lo cierto es que Julieta tiene razón, Gonzalo en el pasado defraudó a su padre, pero jamás lo reconocerá ya que hoy goza de prestigio y de la imagen de un hombre intachable por lo que, al ver amenazada su credibilidad, hace hasta lo imposible por separar a la pareja.
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