Amo las telenovelas, nunca lo voy a negar, y soy el telenovelero más feliz del universo con Rosa Diamante, el más reciente melodrama seriado de la casa Telemundo, que desde hace algunos días se transmite en México a través del canal Galavisión de Televisa.
¿Por qué? Porque es una telenovela de verdad, completamente tradicional, intensa, con buenos muy buenos y malos muy malos, así, exagerada, rica, sin caer en las babosadas de Amores verdaderos y con un reparto padrísimo.
Tenemos desde la participación de la reina de reinas, mi muy admirada Lupita Ferrer, hasta enormes talentos mexicanos como Mauricio Ochmann pasando por agradabilísimas sorpresas como ese señorón que es Luis Xavier.
¿Cuál es la nota? Que se trata del refrito de Perla, que Perla era patrimonio fundamental de Azteca y que una vez más se la quitaron. ¿Bueno, pues qué pasa en el Ajusco que no cuidan sus raíces justo hoy, cuando lo que más añora el público es volver a los orígenes de cada marca?
Luche por ver Rosa Diamante. No hay manera de verla y no pasársela bien, como debe ser con algo tan hermoso como las telenovelas más tradicionales de la industria latinoamericana. Se la recomiendo de todo corazón.
